Si miras en mis ojos con esa bella mirada,
una playa desierta y una nostalgia infinita,
un suspiro que nace de lo profundo del alma,
y una angustia de otoño que perfuma mi vida.
Y si ves en mis ojeras las huellas del insomnio,
la marca soñolienta de un feliz anhelo,
y sobre mis muñecas el beso de la daga,
que libera dulcemente la sangre de mis venas.
Te pido amiga mía me lleves en tus brazos,
reclines mi cabeza y me embarques en el sueño,
en el tren que regresa hacia las oscuras aguas,
hacia el lago de los cisnes, hacia el lago de lo eterno…